
Mis lentes de contacto me causan ojos rojos o ¡una infección!
Los ojos rosados y con costras son un signo evidente de infección. Si usas lentes de contacto y tienes una infección, debes quitártelos inmediatamente para darle a tus ojos la oportunidad de sanar.
Una infección en los ojos puede ser grave y, a largo plazo, puede causar problemas de visión. Las infecciones oculares graves requieren el tratamiento y la atención adecuados de tu médico. Asegúrate de que te examine si te preocupa este tema.
¿Qué es exactamente una infección ocular?
Al igual que todas las demás partes de nuestro cuerpo, el ojo y los tejidos que lo rodean pueden infectarse. Estas infecciones pueden ser causadas por bacterias, virus, parásitos, hongos y otras condiciones dañinas.
Algunas de las condiciones negativas, como la conjuntivitis o los llamados ojos rosados/rojos, pueden ocurrir como resultado de una alergia.
Una infección ocular puede no ser grave y es posible que se resuelva por sí sola, pero también puede ser un problema más grave y debes someterte al tratamiento médico adecuado. Cuando se trata de infecciones graves, esto puede provocar la pérdida de la visión u otros problemas graves relacionados con la vista.
En cualquier caso, las infecciones oculares siempre son potencialmente graves y siempre requieren tratamiento inmediato. Los signos de una infección ocular incluyen ardor en los ojos, decoloración y la formación de tonos rosados o rojos en el ojo, mal funcionamiento, sensibilidad a la luz, visión borrosa o una sensación extraña como la sensación de que hay algo extraño en los ojos.
En cualquier caso, las infecciones graves requieren atención médica inmediata de un médico y es mejor que consultes a un especialista para que examine el caso.
El origen de una infección puede ser variado. A veces, el ojo se irrita por una sustancia no relacionada con el cuerpo, y también puede producirse una infección después de que el ojo haya sido dañado por un rasguño o alguna otra lesión. Así que ten cuidado, porque las infecciones también pueden ser causadas por virus o bacterias.
Lentes de contacto e infecciones oculares
Las infecciones oculares son graves para todos, pero pueden causar aún más daño a las personas que usan lentes de contacto. El hecho es que las infecciones son más comunes en personas que usan lentes de contacto.
Esto puede deberse a una limpieza insuficiente o a un mal mantenimiento de las lentes, o a una creciente irritación como resultado del uso de lentes de contacto.
Si a menudo sufres irritación en los ojos al usar lentes de contacto, debes ponerte en contacto con tu médico para discutir este problema y encontrar la solución adecuada.
En cualquier caso, las lentes de contacto son una base potencial para bacterias, virus y parásitos. El ojo humano les brinda una clara oportunidad para causar irritación y otros problemas molestos.
Debes tener esto en cuenta: por lo tanto, es muy importante que te quites las lentes tan pronto como creas que existe la posibilidad de que haya algún problema en tus ojos.
Así que quítate las lentes tan pronto como creas que existe la posibilidad de que tengas una infección en los ojos y consulta inmediatamente a tu médico para que examine la situación e inicie el tratamiento médico adecuado.
El mantenimiento adecuado de tus lentes
Limpiar y mantener tus lentes correctamente es sin duda una forma muy importante de evitar tener infecciones oculares molestas. El buen mantenimiento de tus lentes es esencial para garantizar que tus ojos se mantengan sanos y que puedas usar tus lentes durante el mayor tiempo posible.
Recuerda que cada vez que toques tus lentes, debes lavarte bien las manos con jabón de antemano. Si te aseguras de que tus manos estén siempre limpias, también te asegurarás de que las bacterias y otras sustancias dañinas no puedan infectar tus lentes.
También sécate siempre las manos con una toalla limpia y no las seques frotándolas con la ropa. También asegúrate de que el estuche en el que guardas tus lentes esté limpio y reemplázalo regularmente, al menos una vez cada tres meses. Cada vez que te quites las lentes, el estuche para lentes debe limpiarse con el líquido adecuado o con agua caliente.
Cuando limpies tus lentes, debes hacerlo con el producto adecuado y aprobado por fabricantes y especialistas. La tentación puede ser grande de usar simplemente agua, pero a menudo contiene bacterias o todo tipo de parásitos que pueden transferirse a tus ojos durante el proceso de limpieza.
Por lo tanto, sigue siempre las instrucciones que te haya dado el fabricante al comprar tus lentes. Por supuesto, tu médico especialista también puede darte los consejos necesarios sobre cómo mantener tus lentes correctamente para tu tipo específico de lentes en este sentido.
Cuando se trata de mantener tus lentes correctamente según lo prescrito por el especialista y el fabricante, debes evitar compartir tus lentes con otros y tampoco usar lentes que no estén específicamente adaptadas a tus ojos.
En cualquier caso, evita usar lentes de contacto cuando quieras nadar o practicar deportes de contacto, y quítate siempre las lentes durante el sueño nocturno cuando no tengas lentes específicas que también puedas usar por la noche.
¿Cómo debes tratar una infección en tus ojos?
Hay muchos tipos diferentes de infecciones oculares, y cada una de ellas requiere una forma separada de tratamiento para curar la infección.
En general, es de gran importancia que te quites las lentes del ojo tan pronto como notes la primera indicación de una infección en el ojo. Evita usar tus lentes en momentos en que puedas tener molestias y siempre quítate las lentes cuando vayas a dormir, a menos que, por supuesto, uses lentes especiales para tenerlas también en los ojos por la noche.
Si tu ojo está rosado/rojo y con costras, es muy probable que estés lidiando con una forma de infección. Entonces debes darle a tus ojos la oportunidad de recuperarse usando gafas durante algunos días.
Tampoco dudes en ponerte en contacto con tu médico si sientes que hay un problema en tus ojos. Porque una infección en tus ojos generalmente tiene el potencial de ser bastante grave y es mejor no correr riesgos.